En ocasiones después de pegarnos una paliza de coche, ilusionarnos con la recuperación de una sabina rastrera, darle todo el mimo y cariño del mundo, esperar a que brote con alegría y forme parte de tu colección de Bonsái, la sabina se nos muere, y... ¿qué hacemos después? ¿la tiramos?. Es lo que me ha sucedido a mí con una sabina recuperada, el caso es que después de limpiar la corteza con agua a presión, salió a la luz un espectacular tronco y perfecto para utilizarlo como adosado. Así pues, eso es lo que hice, aquí tenéis el trabajo. Como siempre espero guste a todos y todas.
Aquí está la sabina fijaos qué maravilla de tronco
La sabina se atornilló a dos tablas para conseguir que se mantuviera en posición vertical
Éstas son las fresas utilizadas para crear un canal en donde irá adosado el junípero chinensis
Podéis ver uno de los dos canales
Aquí por el otro lado
Como es de un tamaño considerable, yo en este caso he decidido plantarlo en un caja de fruta
He puesto en su interior esta tela, para evitar que la tierra marche al regar y por supuesto para que drene bien
Es una solución económica y que funciona perfectamente
Es muy importante anclar el conjunto a la base de la caja tal como se hace habitualmente en todos los trasplantes
Estos son los dos chinensis utilizados, destacar que he quitado los brotes de la parte baja para poder adosarlos al canal de la sabina
Para presionar la planta a la canal, he utilizado bridas de plastico y tubillones, ejercen bien la fuerza necesaria para sujetar bien la planta
Aquí está el resultado final
Ahora como dice un buen compañero y amigo mío, a esperar muchos años de prórroga de San Pedro, para poder ver crecer el futuro Bonsái.